Cuando una pareja ha decidido casarse, uno de los gastos que antes tratan de incluir en su presupuesto es el precio de un wedding planner. Este oficio, al menos en los últimos años, ha sufrido un estallido y se ha puesto muy de moda.
Ahora bien, no todos los profesionales del sector tienen la misma manera de cobrar por su trabajo. Por eso, queremos explicar aquí algunos aspectos fundamentales con los que hay que contar a la hora de trazar un presupuesto adecuado para esta situación.
¿A qué se dedica un wedding planner?
Una boda es un evento en el que entran en juego un montón de factores. Hay que organizar las mesas, avisar a los invitados, confeccionar un menú, preparar una fiesta, ultimar los preparativos de boda… Son muchas las operaciones que exigen coordinación, conocimientos de logística e imaginación suficiente como para ir superando los baches que pudieran presentarse. Pues bien, de todo esto es de lo que se encarga un wedding planner.
La traducción al castellano de este nombre sería “planificador de bodas” y se ajusta a la persona encargada de gestionar los grandes momentos de la boda, así como de pensar los detalles más nimios y que más pasan desapercibidos.
Desde la lista musical hasta el lugar donde se vaya a celebrar la ceremonia, un wedding planner tiene que ofrecer un concepto de boda adaptándose a un presupuesto. Va a tirar de contactos y va a ofrecer diferentes posibilidades para que un día tan importante sea perfecto de principio a fin. Como podemos ver, no se trata de un trabajo sencillo.
Por eso, muchas parejas se preguntan lo siguiente: ¿está al alcance de nuestro bolsillo el precio de un wedding planner? Pues, como tantas otras cosas en esta vida, la respuesta será que depende. No todos cobran igual ni se encargan de los mismos servicios, principalmente porque no todas las bodas son iguales.
Cómo organizar una boda
¿Se trata de algo que se puede hacer en una semana? ¿O, por el contrario, requiere más tiempo? Vamos a ver aquí algunos aspectos que inciden para organizar una boda y, por ende, en el precio de un wedding planner.
- Pensar la decoración. Hay muchos tipos de decoracion para bodas, ya que, al final, dependerá de la pareja afortunada. Desde un paisaje idílico lleno de flores hasta un entorno que haga referencia a una película, una serie… lo que ellos prefieran. Cuanto más compleja la decoración, más puede aumentar el presupuesto, obviamente.
- La parte antes de la boda y la posterior. Hay algunos wedding planner que, sencillamente, se encargan de organizar cómo va a ser todo y luego se desentienden. Cuando la ceremonia es sencilla y los asistentes no son demasiados, esta suele ser la opción más adecuada. En aquellas bodas un poco más espectaculares y multitudinarias, los planificadores tienen que quedarse hasta el final. Este es un factor que también determinará el precio final.
- Asesoramiento. Cuando una pareja acude con una idea más o menos clara de lo que busca, el planificador solo tiene que encargarse de llamar a sus contactos y de encontrar todo aquello que se le solicite. Por lo general, es un trabajo más liviano. Mucho más que si esa misma pareja le pide una serie de ideas al wedding planner y tiene que ser este el encargado de desarrollarlas.
- Margen de actuación. A un profesional así lo ideal es avisarle con bastante tiempo de antelación. De esta manera, podrá organizar su agenda y es probable que el precio no se dispare. En cambio, la prisa siempre se paga. Las bodas expréss bien realizadas van a salir más caras.
- Calendario del wedding planner. Hay otro factor muy importante y que va a determinar mucho el precio que podamos llegar a pagar finalmente por este profesional. Se trata de si es o no temporada de bodas. En el caso de serlo, tendrá la agenda mucho más apretada, y si queremos contactar con un experto en el tema, probablemente nos salga caro. En cambio, en aquellos momentos del año en los que tienen menos trabajo, es probable que consigamos una tarifa rebajada.
¿Qué presupuesto tiene un wedding planner?
Lo cierto es que no hay unas tarifas fijas a este respecto, cada uno cobrará un precio diferente y de una manera distinta. Por poner algunos ejemplos, aquellos profesionales con más reputación es probable que tengan, también, más caché. Por otro lado, los habrá que cobren por bodas, mientras que otros pueden realizarnos facturas por horas.
En este sentido, serán como otros trabajadores autónomos que organizan su presupuesto de diferentes maneras. Esto, sin lugar a dudas, puede ser cómodo, pero también puede presentar dificultades.
Pensemos, por ejemplo, en que un wedding planner que cobra por horas probablemente termine cobrando mucho más, comparado con uno que cobre por boda. El motivo está claro, al segundo podemos proponerle diferentes ideas y revisiones sin un coste adicional, mientras que el otro sumará todo eso en su factura final.
De la misma manera, si tenemos una idea clara y no somos demasiado exigentes, alguien que cobre por horas puede ser el más adecuado. Esto puede ser especialmente lioso, de ahí que muchas parejas prefieran siempre contar con algo fijo y encontrar una solución que simplifique este tipo de problemas.
Por eso, para aquellos que quieran iniciar este proceso de una forma cómoda y sencilla, pueden contar con este servicio que ofrecemos en nuestro complejo El Olivar. Con todas las facilidades y con un espacio en el que ya estará todo incluido para que un día tan especial sea todavía más hermoso y delicado. Sin lugar a dudas, es una opción muy interesante a la hora de ahorrarse gastos sorpresa y de tener, al fin, una boda tranquila, cómoda y que quede en la memoria para siempre.
Ahora ya sabemos lo mucho que puede variar el precio de un wedding planner. Es algo normal, ya que este tipo de profesiones tienen un servicio que puede variar mucho de un cliente a otro. Por eso, lo mejor es tratar de buscar una opción cómoda, como la que ofrecemos nosotros.