Cuando nos hemos declarado a nuestra pareja y compartimos el compromiso de casarnos, llega la gran preocupación: ¿cómo organizar una boda? Todos queremos disfrutar de un enlace nupcial único, pero habitualmente carecemos de la experiencia necesaria para tomar las decisiones en el orden correcto.
Ciertamente, es un proceso exigente y estresante, pero, cuando vamos paso a paso, todo resulta más sencillo. Eso es, precisamente, lo que queremos aportar en este artículo. ¡Sigue leyendo!
Nuestra boda en 12 pasos
Establecer un calendario con las etapas a cubrir es fundamental para organizar una boda más fácilmente. Da igual si buscamos bodas sencillas o bodas temáticas, resulta imprescindible ir tomando las decisiones oportunas en el momento adecuado.
Otra cuestión importante es contar con tiempo suficiente para no tener que precipitarnos ni agobiarnos. Poco a poco y siempre en la dirección correcta: esa es la clave. Veamos cuáles son estos pasos.
1. Definir la boda
Lo primero que hemos de decidir es qué tipo de boda deseamos. Religiosa, militar, civil, original, privada, multitudinaria… Hay que ponerse de acuerdo y ser sinceros al debatirlo. El siguiente paso es contactar con los posibles escenarios, y con sus responsables, para determinar la fecha y la hora. Como referencia, deberíamos hacerlo alrededor de 12 meses antes de la celebración.
2. Establecer el presupuesto
Es vital tenerlo claro cuanto antes. Consiste en asignar el dinero vamos a gastarnos en la organización de la boda. Hay que tener en cuenta las aportaciones disponibles y de quiénes van a proceder. Hemos de ser, en todo caso, absolutamente realistas y adaptarnos a los importes definidos.
3. Elaborar la lista de invitados
Vamos a empezar por el principio: ¿cuántos van a ser? Tenemos que relacionarlo con el presupuesto disponible y con el tipo de boda deseada.
4. Reservar las localizaciones
Una vez consensuadas todas las decisiones resultantes de los pasos previos, atenderemos a los siguientes. En función del tipo de enlace elegido, del presupuesto con el que contamos y de los invitados previstos, nos toca elegir y reservar dónde celebraremos el evento. Si la boda es religiosa, tendremos que hablar con el párroco para reservar el templo. Si la ceremonia es civil o de otro tipo, habremos de concretar el lugar idóneo.
Deberemos elegir el lugar del evento y también el del banquete de bodas. Al hacerlo, hemos de considerar los aspectos logísticos: desplazamientos, distancias, horarios, etc. Alquilar un medio de transporte colectivo es un buen complemento adicional.
Una opción versátil y siempre satisfactoria es realizar nuestra celebración en una finca para bodas especializada con todos los servicios y posibilidades. El Complejo El Olivar, es un escenario idóneo pensado para albergar cualquier tipo de enlace ceremonial. Nuestros profesionales se encargan de todo y la organización se simplifica notablemente. Además, el éxito está garantizado gracias a nuestra dilatada experiencia en esta clase de eventos. Combinar en un espacio único el acto ceremonial y el banquete resulta cómodo y agradable.
5. Gestionar los trámites
La parte burocrática puede resultar más tediosa, sin embargo, es preciso resolverla en los plazos marcados. No es recomendable arriesgarse a errores en este aspecto. Asistir a los cursos prematrimoniales, entregar las diferentes documentaciones y demás procesos son acciones indispensables.
6. Preparar la lista de bodas
Otro paso importante respecto a cómo organizar una boda es elegir los posibles regalos que recibiremos y ponerlos a disposición de nuestros invitados. La tecnología nos ayuda, ahora, con la posibilidad de crear una web de boda. Otra alternativa es abrir una cuenta bancaria para que los asistentes hagan en ella sus ingresos.
7. Depurar la lista de invitados
A partir de la relación creada inicialmente, debemos filtrar quiénes serán finalmente los asistentes. Es el momento de quitar o poner algún nombre, así como de entregar las invitaciones, donde se concretará el día y la hora, para recibir las confirmaciones de asistencia.
8. Escoger padrinos, damas y pajes
Lo prudente es decidir esta cuestión con la mayor antelación posible. De este modo, aumentan las posibilidades de contar con las personas elegidas en primer lugar. Además, necesitamos tiempo para encontrar otras alternativas si fuera necesario.
9. Seleccionar los proveedores
Salvo que hayamos contratado servicio de wedding planner desde el principio, conviene ir cerrando este apartado con suficiente previsión. Aspectos como la decoración floral, la fotografía, el vídeo, la animación, la música, la iluminación o la tarta de boda han de resolverse cuanto antes. No debemos renunciar a firmar contratos, pues es la manera de evitar sorpresas en términos de precio y asistencia. Si has elegido nuestro complejo, nosotros mismos nos encargaremos de una buena parte de estas contrataciones.
10. Seleccionar los flecos decorativos del evento
Al imaginar el tipo de boda deseada ya habremos esbozado algunos de estos aspectos. Es el momento de optimizarlos y ultimar detalles mano a mano con los proveedores elegidos.
11. Adquirir los trajes y el ajuar de los novios
Conviene empezar con ello seis meses antes de la fecha nupcial. Es preferible ir con calma para comparar alternativas y darnos tiempo para pensar antes de decantarnos por una u otra opción. Es bueno escuchar opiniones de allegados, pero la decisión final siempre ha de ser nuestra. No podemos olvidarnos de la tradición: llevar algo nuevo, algo azul, algo viejo y algo prestado.
12. Planificar la logística
Organizar y programar en términos generales será el último paso. Hay que asignar responsabilidades, planear los tiempos, delegar lo necesario y desprendernos de todo aquello que nos pueda despistar o impedir disfrutar de la fiesta. Contemos o no con un especialista en bodas, seguro que encontraremos a las personas idóneas en las que confiar.
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Un día para disfrutar
Cada pareja tiene su estilo y concepción sobre cómo organizar una boda. Lo principal es experimentar ese acontecimiento, pasarlo bien y disfrutarlo al máximo. Si hemos seguido los pasos indicados y sido persistentes en la planificación y en la previsión de todos los detalles, el evento tendrá una buena acogida y se convertirá en un acontecimiento recordado tanto por sus protagonistas como por todos los participantes.