Los oficiantes de bodas tienen un papel imprescindible en algunas celebraciones de este tipo. Sin embargo, no siempre se conoce en qué consiste y por qué son tan importantes en las bodas. En este post despejamos todas las dudas al respecto.
¿Cuándo es necesario un oficiante de boda?
El maestro de ceremonia u oficiante de boda es imprescindible en una ceremonia civil. Hay que aclarar que una boda civil se celebra antes en el juzgado. Como se indica en el artículo 51 del Código Civil, solo pueden celebrar matrimonios legales un juez de paz, el alcalde, los concejales con el permiso correspondiente, un notario o un secretario judicial.
Todos deben tener la competencia legal correspondiente en el lugar donde se celebre la boda. Así, también es posible casarse ante un funcionario diplomático de un consulado o embajada que se encargue de gestionar el Registro Civil en el país de origen de al menos uno de los contrayentes.
Lo anterior provoca que haya que darse el «sí, quiero» en un espacio poco adecuado y que todo se convierta casi en un acto administrativo. Esto lleva a contar con un oficiante de boda que se encarga de dirigir un acto más simbólico y acorde al gusto de la pareja.
¿Qué hace el oficiante de bodas?
Cuando se habla de bodas elegantes se cuenta con este profesional sin saber, con total exactitud, cuál es su papel en la boda. Y es que un oficiante no solo se encarga de diseñar un guion de la ceremonia civil, sino de mucho más.
El asesoramiento
Su experiencia le lleva a indicarle a la pareja cómo debe enfocar la ceremonia. Normalmente, se conciertan varias reuniones para especificar los detalles de cada parte de la celebración. Basta con contarle cuál es la idea de boda perfecta que se tiene para que se encargue de desarrollarla.
Los detalles de cada discurso de bodas
Se trata de lograr que la ceremonia tenga un ritmo concreto y que todo salga bien. El oficiante tiene que conocer el tipo de discurso de bodas que dirá cada persona que va a leer durante la ceremonia. A su vez, concretará el orden de intervención e incluso ayudará a los invitados a redactar sus textos aportando ideas.
Los detalles
En la escaleta de la boda no deben faltar los momentos en los que sonarán las canciones elegidas por los novios. Cada melodía puede ayudar a crear distintas partes en la ceremonia y, sobre todo, a darle más cohesión a la celebración.
¿Es lo mismo un oficiante de boda que un wedding planner?
No, pero ambos trabajan con el mismo objetivo. El/la wedding planner se centra más en la logística que rodea la ceremonia. Es quien se encarga de buscar a quien haga las fotografías, los obsequios, el peinado de la pareja o de buscar el lugar de celebración. El oficiante se centra solo en el desarrollo de la boda.
Lo anterior confirma que ambos han de coordinarse para que la sinergia que generan dé sus mejores frutos. Ambos profesionales pueden retroalimentarse de las ideas que hayan tenido y darle forma a una ceremonia irrepetible.
¿Cómo elegir al oficiante de boda?
Si bien han quedado claras las características del trabajo de un oficiante, es posible que se llegue a dudar de la idoneidad de su contratación. Si la pareja contrayente quiere salirse de lo habitual, diseñar una ceremonia distinta y subrayar su personalidad, el oficiante es insustituible.
Lo normal es contar con una persona que conozca muy bien a la pareja y que pueda desarrollar una ceremonia que se ajuste a sus gustos personales. Algunas características que debe tener son:
- Tener la costumbre de hablar en público sin problemas.
- Recordar que el protagonismo es siempre de la pareja.
- Ser educado/a y respetuoso/a.
¿Cuáles son las claves del discurso del oficiante de bodas?
Podemos resumirlo en dos palabras: la emoción y la diversión. La primera porque con sus palabras tienen que transmitir los sentimientos de la pareja. Y la segunda, porque darle un toque divertido a un discurso ayuda a relajar las tensiones del día y a empatizar con todos los asistentes.
También es importante que mencione a ambas personas y que mantenga el equilibrio sin decantarse por alguno de los contrayentes. No es menos importante que tenga en cuenta los gustos de la pareja para que su discurso sea creativo y que contenga elementos reconocibles con los que sea fácil identificarse.
Respecto a qué debe saber el maestro de ceremonias, aclaramos que cuanto más conozca la historia de amor de la pareja, mejor. Si es más amigo/a de una de las dos personas, es aconsejable que tenga toda la información posible de la otra para que su discurso sea ideal.
¿Cuál es la estructura de una ceremonia perfecta?
Tras la llegada de los invitados, se produce la llegada de la pareja con el padrino de boda y la madrina respectivamente. El oficiante realiza un saludo de cinco minutos como máximo y procede a darle paso a los invitados que quieran participar (un máximo de tres). El siguiente paso es la aceptación del matrimonio y el intercambio de los anillos.
Todo concluye con la firma y la despedida de la pareja y de los invitados. Se aconseja que toda la ceremonia tenga una duración máxima de 40 minutos. Así, resulta más fácil integrarla en el resto de la celebración y comenzar a departir con los invitados mucho antes.
La suma de todos los factores que inciden en el desarrollo de esta celebración puede aglutinarse en el oficiante de bodas. Convertirle en el eje central de la ceremonia es de gran ayuda para conseguir un magnífico resultado.
Por todo ello, los oficiantes de boda son una parte esencial de un día tan especial y ayudan muchísimo a que la pareja protagonice una ceremonia de ensueño. Todo sea por convertir la unión de dos personas en un evento con un guion, ordenado y personalizado al máximo.