Elaborar la lista de invitados puede llegar a resultarnos una pesadilla antes de la boda. El secreto está en saber estructurar y llevarla a cabo con mucha anticipación. Siempre habrá un porcentaje que no pueda asistir a vuestra boda. Si tenéis a muchos conocidos que invitar, podéis pensar en hacer una lista de suplentes para que ocupen los lugares que ya habéis reservado, en caso de que haya ausencias.
El problema de la lista de invitados de boda
El mayor problema de la lista de invitados de boda es que, conforme se va creando, es imposible descartar a nadie. Incluso si comenzáis por un orden ascendente, desde los más relevantes hasta los compromisos, al final os daréis cuenta de que parece no terminar.
Después están esas personas que pueden no caer muy bien al futuro cónyuge. En este caso, solo os queda llegar a un acuerdo o, directamente, para evitar conflictos, hacer que se caiga de la lista. Todo sea porque el día más importante de vuestras vidas no quede empañado.
Podéis comenzar con los familiares más cercanos, después por los posibles invitados más lejanos. No pueden faltar vuestro grupo de amigos más directo, así como los amigos del trabajo. Si vuestro presupuesto lo permite, tener a los amigos de la infancia en la boda puede ser toda una experiencia muy positiva. Por supuesto que tampoco pueden faltar las parejas de estos invitados que, en muchos casos, serán desconocidas para vosotros pero deberán asistir si queréis que los vuestros estén cómodos.
Las claves para hacer tu lista de invitados
A través de estas 6 claves os enseñaremos cómo guiaros para que no os suponga un dolor de cabeza esta lista de invitados para tu boda. Quizás al principio os puede parecer divertida pero, conforme vayáis avanzando y os dé por mirar vuestro presupuesto, comenzarán los problemas.
En caso de que busquéis un evento más íntimo, tal vez no tengáis tantos problemas. Ya sea porque os guste un entorno más familiar o porque el presupuesto se os quede corto, una lista limitada será rápida de realizar, aunque no a todos les puede resultar tan sencillo.
Establecer un presupuesto
Lo primero que debéis tener claro es lo que podéis gastar. Lo mejor es evitar endeudaros para un día que, aunque no deja de ser muy especial, puede limitaros en el futuro, cuando penséis tener hijos, comprar una casa o coche nuevo.
Muchas parejas suelen contar con la ayuda de sus padres y, en ocasiones, son estos los que se hacen cargo de todos los costes. Recordad que tampoco debéis abusar de vuestros mayores, pero, si deseáis algo más, mejor que corra de vuestra cuenta.
Además del menú y la reserva del salón, en el presupuesto hay que tener presentes los recuerdos para los invitados, la barra libre, el baile o la discoteca, si os termináis decidiendo por estos últimos.
Con relación a los regalos para los invitados de la boda, siempre tenéis la opción de recurrir a pequeños detalles que, además de no ser muy caros, pueden ser muy originales. Todo depende de la imaginación que tengáis.
Número aproximado
Con el presupuesto en la mano es más sencillo conocer el número aproximado de personas a los que vais a invitar. Es posible que uno de vosotros tenga más en mente que el otro. Antes que nada, debéis pensar en los más importantes, como son los miembros de vuestra familia y los amigos que tenéis en común.
Para comenzar, lo mejor es coger papel y boli e iniciar con una lista en común. Debéis saber que esta primera lista es inamovible, a menos que os confirmen algunos de los invitados que no pueden asistir.
Cada novio debe elegir a sus invitados
Otra posibilidad es crear dos listas, una de cada novio, en donde debéis comenzar a enumerar a las personas que deseáis invitar o con las que tenéis un compromiso. Para mayor facilidad, es mejor seguir un orden ascendente, comenzando con los más importantes para vosotros hasta llegar a los menos relevantes.
No os apresuréis demasiado porque, seguramente, terminaréis desbordando el número que habéis acordado entre los dos en un inicio. Tened en cuenta que aún no lograréis tener la lista definitiva.
Primer borrador
Precisamente, estaréis confeccionando el primer borrador, donde no sabréis si invitar a muchas de las personas que el compromiso hace que las pongamos. Amigos muy lejanos, con los que ya no tenéis mucho contacto, pueden terminar cayendo de la lista. También esos compañeros de trabajo con los que no hay demasiada afinidad.
Vuestros jefes pueden o no ir a vuestra boda. No es un requisito indispensable, a menos que haya una excelente relación o el compromiso lo sintáis muy fuerte. Al final, vosotros tenéis la última palabra.
Lista definitiva
Tras el borrador y varios nombres borrados, obtendréis la lista definitiva de invitados. Es imprescindible que esta la elaboréis con mucha antelación para comenzar a enviar las invitaciones, rogando la confirmación al evento. Muchos no podrán ir por diferentes razones. Esto os puede llevar a realizar una revisión sobre el borrador, si realmente os preocupa cumplir con un número mínimo de asistentes.
Por si no lo habéis pensado antes, las invitaciones también forman parte del presupuesto, son detalles que no tenemos en cuenta al principio. Así que, tal vez, que os nieguen la asistencia alrededor del 10 % puede no ser tan negativo para vuestro bolsillo.
Organizar las mesas
Organizar las mesas de una boda no es tan complicado como imagináis. El truco está en sentar juntos a aquellos que tienen la misma afinidad o familiares cercanos. Así, vuestros amigos en común deberán ir en otra mesa, los amigos de la infancia en otra, etc.
Los compañeros de trabajo, como ya tienen una relación estrecha en el entorno laboral, deben tener su mesa. Para nada os la juguéis colocando a gente que no se conoce en una mesa. Por supuesto, los niños tendrán la suya propia.
Elaborar vuestra lista de invitados no tiene más ciencia que comprobar vuestro presupuesto y las personas más importantes para vosotros. El fin último es pasar un día increíble e inolvidable.
