Las personas no solo encarnan los valores de una empresa, también determinan sus acciones y el éxito o el fracaso que alcanza. El team building trata de impulsar el rendimiento y la productividad de los profesionales de la organización. Lo hace por medio de actividades alternativas que se desarrollan en un contexto de diversión, agradable y, por lo general, fuera del ámbito de trabajo.
Cuando apostamos por estas técnicas, conseguimos tener a los empleados más conectados, implicados y motivados hacia el desempeño de sus labores. Las buenas relaciones entre los compañeros se optimizan y, de este modo, la colaboración mejora y los resultados van de la mano. Ahora bien, ¿conocemos lo suficientemente bien las dinámicas de team building para poder sacarles el máximo partido?
Las metas del team building
El team building outdoor tiene su origen en un reto muy concreto como es mantener a los empleados al cien por cien de implicación, motivación y rendimiento. Existen objetivos específicos que podemos alcanzar a través de estas actividades. Eso sí, es muy importante tener claro qué perseguimos en cada momento, porque de ello dependen la definición, la gestión y las características de las dinámicas apropiadas.
Estas son las metas u objetivos operativos que solemos plantearnos al apostar por la construcción de equipos:
Consolidar y reforzar el equipo de trabajo. Las empresas necesitamos que los grupos de trabajo se coordinen de forma sinérgica. Para ello, sus miembros deben conocerse, confiar entre sí y trabajar en armonía y de un modo productivo. Estas experiencias lo favorecen.
- Conocer mejor al equipo e identificar talentos. El día a día, a veces, genera deficiencias que se van acentuando. La dinámica de trabajo, la manera inmovilista de hacer las cosas y las circunstancias personales en el trabajo pueden ocultar información valiosa. Para sacar el máximo partido a nuestros empleados, tenemos que conocerlos a fondo. Las dinámicas de team building permiten averiguar nuevas habilidades y darlas a conocer ante los compañeros.
- Impulsar mejoras relacionales y de trabajo. Algunas carencias en el funcionamiento de los equipos tienen solución. El principal problema es no identificarlas. Este ambiente distendido favorece la detección de estos desajustes y la normalización de su compensación. ¡La solución llega de un modo sutil, sin traumas ni problemas!
- Compensar o subsanar bloqueos y desencuentros. El trabajo cotidiano es complicado: puede derivar en conflictos o problemas personales que han quedado enquistados y bloquean el correcto desarrollo de la actividad. Esta atmósfera informal es el mejor antídoto. A menudo, esas situaciones irregulares se solucionan en estos contextos.
- Empoderar a los equipos y a sus integrantes. La autoconfianza es fundamental para alcanzar logros. No obstante, para potenciar este aspecto necesitamos conocernos mejor. Estas iniciativas aportan muchísimo al respecto y, gracias a ello, todos somos más conscientes de cuánto podemos hacer y cuánto podemos ayudar al equipo de trabajo, que sale reforzado.
- Optimizar la comunicación. Es, por último, un elemento de capital importancia. El trabajo humano se basa en la puesta en común de ideas, pensamientos, sentimientos y emociones. Mejorar la comunicación ayuda a potenciar la capacidad del equipo.
¿Por qué todas las empresas deberían motivar a su equipo?
En realidad, es fundamental para incrementar el rendimiento corporativo. Sobre todo, por estas cuatro razones:
- Mejorar el ambiente laboral.
- Impulsar la productividad de los empleados.
- Optimizar las relaciones personales y la comunicación entre los profesionales.
- Incrementar los resultados conseguidos.
¿Qué actividades de team building sorprenden por su eficacia?
El desarrollo de acciones de team building outdoor requiere acertar en función del público objetivo de las mismas y de las metas planteadas. Sin embargo, existen algunas fórmulas que funcionan muy bien y, con frecuencia, se presentan como formatos ganadores en sí mismos. ¿Las vemos juntos?
Juegos para la toma de decisiones
Tomar decisiones forma parte del día a día de cualquier equipo de trabajo. Existen juegos atractivos que estimulan su adopción de forma coordinada y conjunta mediante el intercambio de opiniones, el contraste de puntos de vista, la comunicación y el liderazgo. A través de ellos, los protagonistas desarrollan cauces decisorios válidos, también, para la actividad cotidiana. Los scapes room figuran entre las opciones más populares.
Juegos de generar confianza con el compañero
También la confianza es una herramienta insustituible para conformar un ambiente sano y positivo, ideal para impulsar la productividad. Estas actividades normalizan la confianza en los demás mediante iniciativas tan específicas como, por ejemplo, lanzarse hacia atrás con la certeza de que un compañero nos recogerá antes de caer. La repetición de estas dinámicas acaba por vencer y superar las desconfianzas en favor del óptimo funcionamiento grupal.
Actividades deportivas
Los equipos deportivos son pequeñas sociedades que requieren la implementación de todas las acciones propias de la realidad profesional. Por eso, los torneos deportivos y la participación en equipos de este tipo son muy importantes para la cohesión y la optimización en los grupos de trabajo. Además, luchar por un objetivo compartido, en este caso la victoria genera relaciones sólidas, afectivas y un aprendizaje permanente para hacer mejor las cosas.
Amigo invisible
¿Quién no ha jugado alguna vez al amigo invisible? Cuando lo hacemos descubrimos que, más allá de los regalos concretos que nos hacemos o recibimos, esta actividad genera una atmósfera colectiva de emociones y generosidad que permanece más allá de la entrega de presentes. Por ello, es una de las dinámicas de team building más recomendables. Sus resultados siempre superan las expectativas inicialmente planteadas.
Competiciones
Aunque ya hemos hablado de las competiciones deportivas, existen otras fórmulas igualmente valiosas. La creación de equipos en pro de un objetivo compartido es la esencia de estas ideas de team building. Podemos crear concursos de creatividad, por ejemplo de cocina, así como juegos de preguntas y respuestas, yincanas y otros pasatiempos en los que el compromiso conjunto es la clave para alcanzar el éxito.
Definitivamente, mejorar la productividad y el rendimiento de los equipos de trabajo es la principal finalidad del team building. Si confiamos en ello y lo aplicamos correctamente, los resultados obtenidos son superiores a la dedicación y la inversión realizada. En El Olivar, con cuarenta años de experiencia en este campo, sabemos de lo que hablamos.