El menú infantil de la boda es una parte fundamental del que ha de ser el día más importante de vuestras vidas. Por eso, no lo podéis dejar a la improvisación. Para que acertéis en su planificación y elección, os dejamos algunos de los consejos que, como expertos en la gastronomía propia de los enlaces, os podemos dar desde el restaurante del Complejo El Olivar.
Las claves del menú infantil para bodas
Los menús para bodas han de tener un apartado especial para perfilar cómo hay que servir a los más pequeños. Sus necesidades son diferentes, por lo que hemos de tenerlas en cuenta. De lo contrario, no van a disfrutar ni los pequeños ni los mayores, que van a estar preocupados por si sus hijos están teniendo una buena experiencia.
Queréis que en esa jornada todo salga a pedir de boca, por lo que la comodidad de vuestros invitados es uno de los primeros objetivos. Y, sin duda, la comida o cena es uno de los momentos en los que toca disfrutar sin nada que os perturbe.
En este sentido, en los restaurantes para bodas caracterizados por la experiencia, profesionalidad y cualificación de los cocineros y del resto del equipo, tenemos claras unas recomendaciones que estamos seguros de que van a ser de vuestro gusto.
1. Unos menús para bodas diferentes
Además de que poder diferenciar los platos que servimos es un signo de distinción por parte de los restaurantes que nos encargamos de estos eventos, objetivamente, los niños requieren unos menús para bodas diferentes.
Nos referimos a que no hace falta que tomen tantos platos distintos (demasiadas calorías les pueden hacer sentir pesados y tener problemas digestivos), que es lo que les agrada a los adultos: comer lo que no suelen tomar el resto del año.
Por el contrario, los peques no arriesgan y se conforman con comer lo que más les gusta, aunque estén acostumbrados a probarlo habitualmente. De todas maneras, os contaremos cómo también podemos añadir originalidad a sus platos.
2. Los niños primero en el banquete de bodas
Las bodas tienen largas esperas a las que los más pequeños no están habituados. Estos ratos se les pueden hacer muy tediosos, por lo que es interesante priorizar la atención a los niños en el banquete de bodas. Que se les sirva antes que a los mayores va a ser clave para aplacar sus momentos de mayor nerviosismo y pataletas.
3. Siempre cerca de los padres
Para muchos chicos va a ser una de las primeras veces que comen sin sus padres al lado. Esta situación les puede desconcertar o excitar, de manera que sus reacciones pueden llegar a ser imprevisibles. Y no puedes fiar toda esta experiencia nueva al control de su primo mayor.
En este aspecto, lo lógico es ubicar las mesas de los padres no muy lejos de donde se encuentran las de los más pequeños. Aparte de que pueden estar atentos a sus estados, también van a poder ayudarles a cortar o desmenuzar ciertos alimentos.
De este modo, tanto los niños como los padres van a estar más tranquilos.
4. Menos es más
No nos referimos, en este caso, a la cantidad. Es hasta normal que, en un día de celebración, los niños coman más, sin pasarse, que en uno de colegio. Pero lo que sí os podéis plantear es que su menú sea de lo más simple.
Por ejemplo, un plato único con algo de carne y surtidos de croquetas y otras guarniciones de su gusto; o bien la combinación de un plato de caliente con uno combinado.
Los niños no están acostumbrados a probar de cuatro, cinco o seis platos en una misma sesión de comida. Las esperas entre unos y otros se les van a hacer largas y van a acabar perdiendo el interés por la comida y jugando con ella.
5. Los restaurantes para bodas apostamos por los clásicos
A los peques no les suelen gustar los platos que puedan considerar “raros”. Nos referimos, entre otros, a los picantes o exóticos. No es el día de hacer experimentos, ya que queréis que estén contentos y no den mucho la lata.
En consecuencia, tenemos que ir a lo seguro y servirles algunos platos que nunca fallan. Entre otros, destacamos las hamburguesas, los muslos de pollo, los filetes empanados… Y que no falten, por supuesto, las patatas fritas.
Una posibilidad que sí que podemos explorar, por ejemplo, es la de disfrazar los platos de pasta con combinaciones de formas y colores que les resulten atractivas.
6. Lo pequeño gusta más
Cumplir con este lema es especialmente aconsejable, sobre todo cuando se opta por organizar la comida o cena (o una parte de ellas) en formato cóctel. No se trata de una sesión de comida habitual para los chicos, por lo que servirles canapés de menor tamaño va a contribuir a que los acepten con más ganas.
Aparte de que optar por estos pequeños bocados va a impedir que se hinchen con demasiadas calorías, a los pequeños les va a encantar probar mini hamburguesas, mini bocadillos o mini pizzas.
7. Un poco de distracción
No va a venir nada mal que amenicen los ratos muertos de estas comidas tan largas algunos profesionales de la animación infantil. Esto contribuirá a calmarlos y que retomen la comida con más ganas. También interesa que tengan relativamente cerca una zona de juegos para entretenerse entre plato y plato.
8. Las atenciones especiales
Consultad a los padres sobre las alergias o intolerancias alimentarias de los niños. No hay ningún problema en preparar menús específicos para los que sean celíacos o diabéticos. Lo último que queremos son disgustos de salud.
9. Que no falten los caprichos
Estamos en una jornada de fiesta, por lo que no pasa nada si toman algo más de dulce que otros días. Por eso, podemos preparar un candy bar cerca de su mesa. Y en los postres no ha de faltar uno de sus placeres favoritos: el chocolate. ¿Qué tal un surtido de helados de diversos sabores?
Y, por último, cabe recordar que el precio del menú de la boda no va a subir por preparar uno diferente para los niños. En definitiva, el menú infantil para bodas es un aspecto que debéis cuidar para que vuestro gran día transcurra felizmente.