La celebración de la primera comunión es, sin lugar a duda, un día señalado en la vida de cualquier niño. Un acto de fe ligado a la iglesia católica en el que el pequeño participa por primera vez en el sacramento de la eucaristía.
Quizás muchos de los que lo reciben no hayan alcanzado todavía la madurez suficiente para entender su significado. Pero, en cualquier caso, sí son conscientes de que se trata de un día importante que van a recordar siempre. Por todo ello, para contribuir a hacerlo lo más especial posible, hemos preparado un listado con juegos para comuniones que harán que todos los invitados disfruten de momentos increíbles durante este evento.
¿Qué juegos realizar en una comunión?
A la hora de organizar una comunión debemos tener en cuenta, en primer lugar, que la edad media de los participantes rondará los 9 o 10 años. Una etapa en la que los niños están empezando a descubrir la interacción social como un mundo nuevo para ellos, donde la capacidad de adaptación y el sentimiento de pertenencia a un grupo, así como la amistad, pasan a ser muy importantes.
Por esta razón, es interesante que las actividades para comuniones programadas sean dinámicas y fomenten la participación y la interrelación de manera proactiva. Partiendo de esta base, pasamos a lanzar nuestra propuesta que, en cualquier caso, también funcionará en la celebración de cualquier otro evento como, por ejemplo, una fiesta de cumpleaños.
Karaoke
Un entretenimiento que puede enseñar muchas cosas buenas a los niños. Tal vez sirva para despertar su interés por la música y dar rienda suelta a su creatividad. Quizás, para descubrir habilidades hasta el momento desconocidas. Se trata de una vía para expresar sus sentimientos y emociones que contribuye a reforzar su autoestima, entre muchos otros efectos positivos.
El karaoke, asimismo, desarrolla el sentido del ritmo, la observación y la concentración en los pequeños, a la par que es un buen remedio para prevenir estados de estrés o ansiedad. Aumenta su afectividad y, además de todo ello, puede llegar a ser útil incluso para que dejen de roncar, puesto que cantar ejercita los músculos de la garganta. Y, por si fuera poco, es un juego al que también se pueden apuntar los mayores.
Futbolín humano
Una superficie lisa donde montar una colchoneta hinchable y unas barras o arneses para limitar la movilidad es todo lo que necesitamos. También podemos optar por una versión en la que los pequeños tengan total libertad de movimiento. El futbolín humano es un juego muy divertido donde los menores se sentirán los verdaderos protagonistas. Podrán soltar adrenalina y aprender los valores del juego en equipo.
También, todos los asociados a los del deporte y la competición. Podemos programar partidos aislados u organizar una especie de liga en la que el equipo que resulte ganador consiga un premio. Sin duda, uno de los juegos para comuniones más atractivos, que garantiza horas de diversión.
Hinchables
En general, ya sean deportivos o de cualquier otra clase, lo cierto es que los hinchables están muy demandados. Los clásicos castillos, o toboganes, en los que los niños pueden correr, saltar y dar volteretas sin riesgo a hacerse daño, nunca pasan de moda. Son atracciones muy seguras, que han pasado numerosos controles de calidad, por lo que no hay nada que temer.
Celebrar una comunión donde haya hinchables es garantía de éxito, porque además propiciaremos que los invitados hagan ejercicio y descarguen adrenalina. Y lo bueno es que alquilarlos resulta muy económico; no tendremos que hacer un gran desembolso.
El pañuelo
Un clásico entre los clásicos que no debería perderse nunca. Este tradicional juego, igualmente, aporta numerosos beneficios para la salud física y mental de los menores. Fomenta la práctica de ejercicio físico y estimula el equilibrio, la coordinación y la agilidad. Asimismo, encarna valores que tienen que ver con el compañerismo y el trabajo en equipo.
El juego del pañuelo mejora la psicomotricidad, la agilidad de respuesta y es una excelente oportunidad para socializar. Y a todo ello hay que sumar que es muy emocionante.
Carrera de sacos
Este juego tradicional, cuyo origen, según la creencia extendida, se remonta al siglo VII, es ideal para practicar al aire libre. Se puede participar de manera individual o por parejas: niños con niños o padres con hijos, por ejemplo. Estimula el equilibrio y la coordinación motriz y sirve para socializar, estrechar lazos y fomentar el esfuerzo conjunto.
Y también es útil para mejorar la velocidad y la resistencia, dos cualidades que son muy importantes en el desarrollo de los pequeños a estas edades.
Juego de las sillas
Otro juego de toda la vida que merece la pena tener en cuenta si vamos a celebrar una comunión al aire libre a la que asistirán varios niños como invitados. Bailar alrededor de las sillas al son de la música hasta que esta se pare, y quedando eliminado aquel que no logre sentarse. Una actividad emocionante con la que los pequeños lo van a pasar de maravilla.
No nos olvidemos de que esta dinámica de grupo estimula el sentido del ritmo y la velocidad de reacción. Este clásico de las fiestas infantiles, además, no nos va a generar un coste extra y puede llegar a ser una animación sociocultural emocionante.
Taller de manualidades
Por último, recomendamos incitar a los pequeños a dar rienda suelta a sus habilidades y a su creatividad. Es fácil y poco costoso, ya que podemos comprar materiales que son muy asequibles, como papel y lápices de colores, plastilina, cartulinas, etcétera. Tal vez tengamos la oportunidad de descubrir a un artista en potencia. Podemos lograr, además, que los pequeños se sientan útiles y valorados.
Cualquiera de estos juegos para comuniones se puede organizar en nuestro Complejo El Olivar. Una finca ideal no solo para la organización de comuniones en Madrid, sino también para la organización de toda clase de eventos, como congresos, cursos, presentaciones, bodas, ferias, bautizos o cumpleaños.