Las celebraciones familiares son muy importantes y deben salir perfectas. Elegir el lugar indicado y el momento idóneo es fundamental, así como planificar cada detalle para lograr que los asistentes se lleven un recuerdo único. Es necesario que pienses en cada uno de los invitados, tanto los mayores como los niños. Cada celebración requiere de un plan distinto para que todo salga a pedir de boca.
¿Dónde realizar las celebraciones familiares?
Antes que nada, debes distinguir correctamente las diferentes celebraciones familiares, ya que cada una se realizará de una manera distinta. En este sentido, ten en cuenta el tipo de invitados y, claro está, los fines de esta quedada en familia.
Debes prestar una especial atención a los invitados de distintas edades. No será lo mismo hacer una fiesta donde haya más adultos que una donde predominen niños. Independientemente de que celebres una boda, un bautizo, un cumpleaños, el día del Padre o de la Madre o, simplemente, una reunión familiar, necesitarás un espacio adecuado.
El espacio adecuado
Cuando reúnes a muchas personas, es preciso contar con un lugar muy amplio. En este sentido y en función a la estación del año, puedes preferir realizar la celebración en un espacio cerrado o al aire libre.
Con el calor, respirar aire libre, sobre todo cuando hay mucha gente, parece ser la mejor elección. Además, si entre los invitados hay un gran número de niños, disfrutarán más en un espacio abierto donde puedan jugar libremente. Esto puede resultar óptimo en todos los casos, ya sea un grupo numeroso o pequeño.
En caso de que organices una quedada durante la temporada fría o de lluvia, sin duda te vendrá como anillo al dedo un lugar cerrado. Tener la facilidad de elegir entre espacios grandes o pequeños te garantiza ofrecer a tus invitados un lugar que les transmita una mayor comodidad, sobre todo cuando se trata de una reunión familiar.
Las exigencias del menú
La elección del menú es también crucial. Para ello, tienes la oportunidad de realizar una comida de degustación para elegir los platos más adecuados. Solo has de tener en cuenta que no a todos les gustan las ideas demasiado originales, así que, si seleccionas una comida que cuente con los ingredientes típicos de la dieta mediterránea, sin duda, acertarás.
No olvides a las personas que requieren de una dieta especial. Cuando envíes las invitaciones, es buena idea que preguntes si entre los asistentes habrá diabéticos o alérgicos a algún ingrediente, así como intolerantes al gluten. Por suerte, los servicios de restaurantes especializados suelen tener previstos estos aspectos, así que no debes preocuparte por nada si avisas con antelación.
No faltará esa atención a los más pequeños, que no suelen comer la misma cantidad que los adultos y que, en ocasiones, encontrarán más apetitosa una hamburguesa que un plato de salmón (por ponerte un ejemplo). Un menú especial para los menores es lo más recomendado, ya que la finalidad es que sean parte de la fiesta y disfruten al máximo.
Un consejo es que, si vas a celebrar el día del Padre, por ejemplo, aproveches para ofrecerle un menú acorde a sus gustos. A veces tendemos a olvidarnos del agraciado a la hora de prepararle la sorpresa, por eso, todo lo que prepares deberá ir enfocado a sus gustos, desde la música hasta los espectáculos que contrates.
Por suerte, en el restaurante El Olivar encuentras el lugar perfecto para llevar a cabo cualquier celebración. Además, cuentas con diferentes salones y zonas ajardinadas para los eventos al aire libre.
La necesidad de preparar cada detalle
Las celebraciones familiares son momentos que no se repiten tantas veces como quisiéramos. En este sentido, las bodas de oro solo se celebran una vez, así como los cumpleaños, ya que cada celebración es distinta a otra. Por eso, preparar cada detalle es crucial para que todo salga a la perfección.
La decoración nunca será igual en todos los eventos familiares. En una despedida de soltero siempre podemos recurrir a una temática más picante, siempre que no la hagamos conjunta (aunque hay gustos para todo).
Por otro lado, a los niños les gustará ver colores vivos, que llamen la atención de sus sentidos. También se pueden incluir globos, que siempre serán un acierto. Los adultos, por su parte, encontrarán más cálida una decoración basada en tonos pastel. Es importante que tengas presente este aspecto.
Si vas a sorprender a una persona mayor por su cumpleaños o en sus bodas de oro, le será más grato encontrarse con una temática a su gusto, como puede ser una época especial de su vida. Conforme a esto, deberás elegir la música adecuada, que provoque en el sorprendido un sentimiento de nostalgia o alegría.
Para los más pequeños, tienes la opción de actividades divertidas, como una escenificación con payasos o un show de magia. Los adultos pueden divertirse también con una muestra de magia, adaptada a ellos, así como música en directo. Puedes contratar a una orquesta especializada en eventos o, si lo prefieres, a un pinchadiscos, que de forma aleatoria combine los diferentes estilos de música que le propongas.
En una despedida, así como en fiestas donde haya niños pequeños, los juegos son imprescindibles, para tener animados a los invitados y, de paso, hacerles interactuar entre sí. Obviamente, el tipo de juegos cambia de una fiesta a otra.
¿Por qué son necesarias las quedadas familiares?
Una quedada familiar para celebrar el Día del Padre es la mejor excusa para estrechar lazos. Esto, a su vez, facilita que puedan limarse asperezas, en caso de que las haya. Es bueno olvidar los momentos difíciles cuando estamos en una fiesta, donde solo se piensa en disfrutar.
Una reunión familiar sirve para interactuar, mejorando la autoestima de personas que suelen encontrarse solas habitualmente, como es el caso de muchos de nuestros mayores. Además, festejar a esa madre, padre o a los abuelos, que siempre han mirado por el grupo familiar, supone para ellos un reconocimiento que les hace sentirse incluidos e importantes.
Las celebraciones familiares son vitales, no solo porque conseguimos reunir a todos sus miembros, sino porque disfrutamos de un momento muy especial. Por eso, es necesario cuidar cada detalle, pensando en cada uno de los asistentes.